En el presente proyecto, nos planteamos evaluar los cambios en el balance oxidativo en mujeres con cáncer de mama en tratamiento sistémico de la enfermedad, tras ser incorporadas a un programa dirigido y supervisado de ejercicio físico moderado.
Se ha demostrado que el ejercicio físico, es un potente modulador del balance oxidativo natural. Cuando el organismo no es capaz de contrarrestar los desequilibrios que se producen en el organismo, como por ejemplo durante el tratamiento quimioterápico, se genera un incremento de substancias nocivas prooxidantes que inducen al daño de biomoléculas (lípidos, proteínas y ADN).

Los programas de ejercicio crónico moderado, producen una adaptación de los sistemas antioxidantes en el organismo. A nivel de expresión génica, se ha demostrado que este tipo de entrenamiento produce un incremento de los niveles de mRNA que codifican para enzimas antioxidantes (SOD, GPx, CAT).

La adaptación al entrenamiento de estos sistemas enzimáticos antioxidantes, está fuertemente influenciada por una serie de factores fisiológicos y ambientales, como el sexo, la edad y la dieta. Por ejemplo, está ampliamente demostrado el papel protector antioxidante de los estrógenos. Sabemos también que individuos de edad avanzada, generalmente muestran una menor adaptación de las enzimas antioxidantes que los individuos jóvenes que se ejercitan con una carga de trabajo similar. Y por supuesto, la ingesta nutricional resulta un factor crítico en los procesos de adaptación enzimática antioxidante al ejercicio.
En resumen, la intensidad y duración del ejercicio, ingesta nutricional y el estado de entrenamiento del individuo son factores que modulan el equilibrio del sistema antioxidantes del organismo. Sin embargo, hasta la fecha, no existe evidencia de los efectos de un programa dirigido de ejercicio moderado en los niveles de estrés oxidativo inducido por quimioterápicos en pacientes con cáncer de mama.